En el pueblo le dicen: “El eterno joven de Comitán”. El deporte ha sido su pan de cada día. Él afirma que nunca ha tenido ni siquiera un dolor de cabeza, lo atribuye a su buena condición física. No hay día de Dios que no salga a correr muy temprano.
En 1989 inauguró un gimnasio. Ahí llegan jóvenes y muchachas bonitas a modelar sus cuerpos. ¿En dónde queda la raya que separa el cuidado recomendable con el culto desmedido del cuerpo? El maestro Temo no puede evitar cierto toque de vanidad. A cada rato se pasa ambas manos por las sienes para asegurar que su peinado está en perfectas condiciones.
Algunos le dicen que tiene cierto parecido con el actor Julio Alemán. Él sonríe, tal vez en algún momento de su vida una chica, en una playa, lo confundió con el actor y él corrigió el error o dejó que todo fluyera. ¿Quién sabe? ¡En las orillas del mar la vida es más sabrosa!
En Comitán existe un complejo que se llama Polideportivo, pero parece que el polideportivo es el maestro Temo pues practica muchos juegos (incluso, se dice por ahí, que jugó canicas y mono seco en sus años infantiles).
En los años sesentas, el padre Carlos construyó una cancha de básquetbol en el barrio de San Sebastián. En uno de los muros mandó pintar un letrero: “Mens sana in corpore sano”. La clásica sentencia se aplica al entrevistado, porque así como entrena los músculos de su cuerpo entrena su memoria. Cada suceso que ocurre lo registra como si tuviera una memoria de muchos rams en su computadora interna, es como un pequeño Larousse que sabe casi todo del Comitán que le ha tocado vivir. Es un poco lo que acá llamamos “metidito”, pues anda en todos los ajos y revolturas de este pueblo.
Es un hombre generoso pues a los jóvenes procura orientarlos en el cultivo del deporte. El día de mañana, en el ciclo de conferencias que promueve la Universidad Mariano N. Ruiz, impartirá la plática: “Condición física para vivir mejor”.
Un día de estos lo invité a subir al ring. Lo hizo sin guantes, sin protectores. Yo, desde afuera del encordado, le aventé algunas rutinas de palabras sólo para que sirvieran de sparring.
1.- Eso de que Cuauhtémoc significa “Águila que cae”, ¿cómo te cae?
Me cae bien, porque si cae es porque normalmente está arriba. Si no estuviera arriba no podría caer.
2.- ¿Cuáles son las más importantes almenas de tu alcázar?
Mi espíritu, mi familia, mis ideales, mi Dios.
3.- ¿Cómo le haces para ser Cancino y no cansino?
Sólo cambiando la letra “c” por la letra “s”
4.- Si a los bíceps los llamamos “conejos”, ¿qué debemos hacer para que una muchacha bonita no nos dé “gata por liebre”?
Pues los llamamos es mucha gente, yo les llamo bíceps. Habrá que preguntarles a los que los llaman conejos
5.- Hacer “lagartijas” es recomendable para estar en forma, ¿es recomendable “hacer tortuguitas”? ¿Para qué sirve hacerlas?
Si me explicas cómo son “las tortuguitas” te diré si son recomendables o no.
6.- Una muchacha que se “cae de buena”, ¿qué necesita hacer para “levantar” el ánimo de los muchachos?
Caerse lo más cerquita posible.
7.- Es costumbre hacer “rutinas” en el levantamiento de pesas, ¿cuál es la “rutina” recomendable para practicar el levantamiento de pesos?
La misma: tener claros los objetivos a alcanzar, disciplina, perseverancia, esfuerzo, dar lo mejor de sí. Lo mismo para el día siguiente.
8.- ¿Qué le pasa a un hombre que, en lugar de pegarle a la pera, le quiere partir su mandarina a una manzana?
Depende que quién sea la manzana.
9.- ¿Cuáles son las diferencias básicas entre el sudor del gimnasio y el sudor de entre sábanas?
Uno lo genera el dolor, el otro el placer.
10.- ¿Temo teme el timo o lo toma y lo tima?
Temo no toma ni ha tomado ni tomará.
(Cuauhtémoc Leonel Alcázar Cancino nació el 14 de julio de 1940. Maestro en Educación Física, por la Universidad de Veracruz. Ha sido instructor de Fisicoconstructivismo desde 1960. Es Fundador y Director General del Gimnasio “Club Atlético Cuahtémoc”).
