César es parte de esa especie de Cofradía que formamos quienes vivimos en la Casa de Doña Rome. Esa casa de huéspedes en la ciudad de México fue uno de los lugares más buscados por los estudiantes comitecos de los años setentas.
La mayoría de estudiantes que vivía en esa casa era comiteca, casi todos hombres. Apenas recuerdo -aparte de la hijita de Doña Rome- una comiteca que vivía entre la bola de barracos. Ese espacio nos marcó como pocas cosas en la vida. ¿Cuántos vivíamos en esa casa? No sé bien a bien, pero era un mundo de gente. A cada rato nos topeteábamos por los rincones. Era como una pequeña isla dentro de la gran ciudad, era como nuestro pequeño territorio comiteco. Ahí se hablaba de vos y cuando bebíamos la cerveza aparecía la butifarra o el queso comitecos que alguien sacaba de una caja que su mamá había enviado desde Comitán. Creo que ahí aprendimos el valor de la tolerancia porque convivir con más de veinte o treinta personas dentro de un breve espacio es complicado. Los que no bebían nos soportaban a los bolos y los flojos soportábamos a quienes sólo se dedicaban a estudiar. Ahí conocí a César y fruto de esa estancia fue el título de Arquitecto que logró en la UNAM cuando el máximo ideal de los comitecos era ingresar a esa casa de estudios. Ahora los jóvenes paisanos no mueren por ir a la gran urbe, prefieren Puebla, Guadalajara, Xalapa o Tuxtla o Harvard o La Sorbona (allá no hay tanto secuestro, ni tanto levantón).
No sé cuántas casas ha diseñado César desde entonces, pero de una cosa estoy seguro: Nunca ha proyectado una casa tan sabrosa, tan alegre, tan misteriosa, tan llena de vida y tan llena de gente como la inolvidable casa de Doña Rome; casa en donde a las dos de la madrugada seguía oyéndose el movimiento frenético de las fichas de dominó de los jugadores que seguían dándole al juego en la mesa del comedor, o el grito destemplado de dos o tres bebedores que le habían jugado la vuelta a Doña Rome metiendo botellas de trago a los cuartos y terminaban bien bolos vomitando los baños en donde dos horas después se bañarían los formalitos que iban a la Universidad.
Nadie habló nunca de algún fantasma en esa casa. Si alguna vez esa casa tuvo algún espíritu se mudó al día siguiente que los comitecos nos apoderamos de ella. Todos los que vivimos en esa casa, sin manifestarlo de manera abierta, nos pensamos un poco hermanos, un poco poseedores de ese hilo que se llama afecto. Todos, fuimos un poco hijos de esa maravillosa mujer: Doña Rome. Ella fue el árbol donde buscar cobijo y sombra en tiempos de desamparo y de exilio voluntario.
Acá pues, para los lectores de El Heraldo de Chiapas, el testimonio de un sobreviviente de esa Cofradía desbordada.
1.- Al César lo que es del César, ¿y las cotas en qué territorio?
En el mundo de las ideas, los juegos de palabras te obligan a tomar partido y no me gustan las limitaciones, lo mismo pasa en el mundo de la arquitectura: tienes que pensar de forma diferente, enfrentar los problemas desde muchos puntos de vista y tomar decisiones que te marcan el camino a seguir. Si completara la sentencia bíblica “al César lo que es del César… y a Dios lo que es de Dios” sería más sencilla la respuesta. Cada quien obtiene lo que siembra. No puedes traicionar tus ideales por un puñado de billetes. Todos tenemos algo que vender en este mundo material, sería un buen comienzo comprar lo que realmente se necesite. ¿Las cotas?... En el terreno del arte y del oficio las cotas ejercen el poder de asignar fronteras a las cosas.
2.- ¿Cuál es el material más idóneo para construir muros transparentes?
El agua. Porque dentro de su inestabilidad hay un mundo cambiante de reflejos y colores. La transparencia es la verdadera imagen de los justos. La forma del recipiente es la forma que adquiere el líquido. Todas las formas caben en la imaginación.
3.- ¿Qué es lo esencial a la hora de proyectar un motel de paso con un pasadizo para llegar al motel?
Depende del uso que le des al espacio. Un motel no tiene que ser un lugar oscuro y pecaminoso, como suele creerse; puede ser un lugar de descanso y meditación. El túnel para acceder puede ser tu propia limitación o tu propia conciencia, también puede ser el último refugio para el amor.
4.- Jugando con la psicología del color, ¿qué influencia deja en el espíritu del hombre un "Rojo Tamayo", y qué un "Café Cuevas"?
Los artistas juegan con las emociones, los colores son engañosos, la percepción depende del estado de ánimo. Los rojos: son pasión, calor, amor, excitación. Dudo mucho que Tamayo, pensara que influiría en los observadores de sus obras de esa forma, más bien lo contrario, los magentas o los púrpuras, todos los rojos iridiscentes que obtuvo de la naturaleza, de la tierra y de los volcanes nos ayudan a comprender nuestras raíces, lo que somos. El color “Café Cuevas”: es turbulencia, es opacidad, es el otro extremo de la luna. Es una forma de expresar los recovecos de la psique.
5.- Si en el mundo de la fantasía Tiziano es el pintor que usa tizas negras, ¿quién es Picasso?
Picasso, ocupa todo el siglo XX, como el pintor más importante, más innovador y revolucionario. Influyó en el arte de construir. Si Tiziano usa tizas negras, Picasso usa cubos blancos. El negro es ausencia de color, el blanco es el resumen de todos los colores, prefiero a Picasso en tercera dimensión porque reinventó el espacio pictórico.
6.- Si el hombre es una casa, ¿qué parte del cuerpo es el patio?
La parte del cuerpo comparada con el patio de una casa, sería sin lugar a dudas los ojos. Porque es donde se filtra la luz a todos los rincones, es el único espacio donde puedes ver un retazo de cielo; es el lugar donde recibes a tus amigos, sin ocultar nada; es donde puedes hacer una fiesta permanentemente, donde caben todos los colores.
7.- Si te tocara diseñar la puerta de entrada del infierno, ¿cómo la harías?
Primero me aseguraría que en verdad existe como algo físico y tangible. Si acaso existiera solamente en mi imaginación sería una idea muy atractiva para ganarme a pulso el proyecto, al diseñarla la haría igual o parecida a las puertas del paraíso, para que nadie tuviera miedo de tocarlas.
8.- Imagina que Madonna te contrata para diseñar su baño, ¿qué elementos colocarías?
En el mundo del POP-ART, Madonna ocupa un lugar privilegiado, pero lástima, conozco muy poco de su estilo de vida, pero aún así creo que diseñaría algo muy sofisticado, futurista, un espacio lleno de luces artificiales, sin muros, para estar a la vista de todo el mundo. Esto expresaría su forma de ser y el recubrimiento de los pisos sería mármol blanco de Carrara. No tendría ningún adorno, no lo necesitaría.
9.- Los arquitectos ¿usan condón a la hora de hacer el amor con sus creaciones?
Protegerse a la hora de crear es una contradicción, porque siempre al proyectar estas buscando un objeto nuevo que solamente se produce si tienes libertad y audacia, la arquitectura y la poesía van de la mano, no todo lo que se construye es arte como no todo lo que se escribe es literatura. El arquitecto desarrolla mediante un complejo proceso, que se inicia en su imaginación la búsqueda del objeto que cumple con todos sus requisitos. Al final el cliente hace uso de este objeto arquitectónico gozando o sufriendo del talento o del mal oficio del arquitecto.
10.- ¿Crees que los oratorios son espacios que deberíamos rescatar en nuestras casas?
No pienso frecuentemente en eso, porque en esta época muy pocas personas me piden que proyecte un lugar de oración en sus casas. Creo que el espacio más idóneo para orar es tu propio ser, como un lugar inmediato de comunicación con tu conciencia y con tu Ser Supremo. Los terrenos tan escasos en dimensiones, son una limitación a la hora de proyectar, comúnmente hay poco dinero para invertir en la obra, como para desperdiciarse en un espacio tan poco recurrente. Aunque pensándolo bien mejor sería rescatar todo un estilo de vida, como cuando orar era una necesidad.
(César Alfredo Guillén Cota nació el 27 de mayo de 1954, en Comitán, Chiapas. Es Licenciado en Arquitectura por la Universidad Nacional Autónoma de México. Cursó estudios de especialización en Florencia, Italia. Ha impartido conferencias en diversas partes de la república mexicana).
