2009/08/28

ARENILLA PARA ANGÉLICA ALTUZAR CONSTANTINO (publicada en julio de 2009)



A veces el juego consiste en comparar a una mujer con alguna protagonista de novela o de cuento; otras veces el juego consiste en descubrir de qué novela se escapó esa mujer. El primer juego es sencillo, por ejemplo, la tía Alicia del jugador número tres se parece mucho a la tía Adela, de un cuento de Julio Cortázar. La tía siempre, todas las tardes, pone discos tristes. El segundo juego es más difícil, le exige al jugador un conocimiento exacto de las rendijas unidimensionales.

Con Angélica se puede jugar el primer juego, pero, un lector avezado intuye que ella no se parece a nadie en especial porque “escapó” de alguna novela.

Los ojos y manos de Angélica son una señal obvia y misteriosa. Un jugador insiste en llamarla flor de Borges, mientras el jugador número dos apuesta por una hoja de un escritor Marroquí. Una vez que los tres jugadores han puesto sus cartas sobre la mesa, el tarot les indica que deben recomenzar el juego porque están equivocados.

Después de dos o tres intentos donde Onetti aparece al lado de Faulkner, e incluso Balzac aparece sólo como un mero referente, el jugador número uno (un poco desesperado) dice que Angélica no es personaje literario. El jugador, de barba cerrada y blazer azul, cierra los ojos y, como si su palabra fuera un dado, avienta la tesis de que Angélica “salió” de una pintura y, titubeante, dice: John Collier.

El jugador número dos insiste en decir que el cabello de Angélica proviene de alguna novela río, de alguna estancia apenas iluminada por un quinqué.

Todos vuelven a comenzar. Por esto, acá presentamos algunas pistas que Angélica nos dejó. Después de todo se trata únicamente de jugar y de descubrir el envés de la hoja transparente de un sauce.

1.- ¿Cuál es el ritual para rezar el "Rosario Castellanos" cada noche?

Se apagan las horas, se encienden las velas. De pie, jamás de hinojos, se invocan, “Rosario” en mano, cada uno de los misterios del ser y del tiempo.

2.- ¿Cuál relato de vida tarda una y mil noches?

Además del de la propia Sherezada, el del soñador Quijote, el de los protagonistas que sufren en las páginas de Rosario Castellanos y de otros autores de Latinoamérica, el de las mujeres y hombres que han amado en verso los poetas de todos los tiempos, y el de los nombres que en ese intervalo he olvidado.

3.- ¿Qué creyó la muchacha calenturienta cuando llegó a la Isla de Los Pájaros, en la Costa de Chiapas?

Que era al fin tiempo de quemar las naves.

4.- ¿Cuál es la primera palabra que mencionó Adán al ver a Eva? ¿Por qué?

Diosa. Porque el único ser que conoció Adán hasta entonces era Dios, y la nueva criatura que miraba ante sus ojos por vez primera se parecía mucho a éste, sobre todo en lo improbable.

5.- ¿Cuál es la primera orilla de la ternura que se inunda cuando llueve llanto?

La del rabillo del ojo izquierdo del verde corazón.

6.- Si fueras la tarde, ¿cómo seducirías a la noche?

Haría cantar la tierra, me acostaría más temprano sobre los cerros con un vestido rojo y al verla aproximarse le tendería los brazos, le pediría al oído que derramara su oscuridad en mí.

7.- Para empedrar el camino de tu cachondería, ¿qué poema debe decirte tu amado?

Ah, esos títulos me los reservo para la gaveta de los secretos.

8.- ¿Qué hace una mujer hiperactiva que ha dejado atrás el porvenir?

Creo que lo que Ulises. Salir a buscarse, errar, perderse, recordar, olvidar, desaprender, desafiar el canto de las sirenas, emprender el regreso y seguir andando. No puede hacer otra cosa, no sabría cómo. Se traicionaría si se quedase quieta. No sería feliz si se detiene (Confieso que nunca como ahora me conmovió tanto esta reflexión).

9.- El Día de la Creación, Dios reservó un baúl, ¿qué existe adentro de ese baúl?

Yo creo que tres cosas: el silencio, el olvido y todo lo demás.

10.- ¿En manos de qué lector se deshacen todos los libros del mundo?

De aquel que se “quedó no sabiendo, toda ciencia trascendiendo”.

(Angélica Altuzar Constantino nació en Comitán, Chiapas. Actualmente es Directora del Centro Cultural Rosario Castellanos, en su ciudad natal. Ella sostiene que “cree en el arte y en lo que lee en la mirada de la gente. Goza tanto la buena lectura que decidió estudiar una carrera y una maestría en letras”. Asegura que seguirá haciendo estudios literarios hasta que despierte de la vida).
ARENILLERO